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Las penalidades del viaje a Belén – Navidad en el cine

Las penalidades del viaje a Belén - Navidad en el cine

Todos hubieron de marchar a sus ciudades a inscribirse

La fortaleza de José y la Virgen se sobrepone a la dureza del viaje

Alfonso Méndiz, Jesucristo en el cine

El filme Rey de Reyes (1961), de Nicholas Ray, incluye una breve secuencia sobre el duro viaje a Belén. Mientras vemos en pantalla las imágenes del trayecto (José tirando del asno sobre el que va María embarazada), la voz enoff del narrador alude al sentido profético de ese viaje, recogiendo las palabras literales de S. Mateo:
Está escrito. En aquellos días Cesar Augusto publicó un decreto ordenando el empadronamiento general. Todos hubieron de marchar a sus ciudades a inscribirse”. Seguir leyendo Las penalidades del viaje a Belén – Navidad en el cine

¿Cómo nació la costumbre de poner el Belén?

¿Cómo nació la costumbre de poner el Belén?

El Papa invita a hacer el Nacimiento en casa. ¿Cómo nació esta costumbre?

En las catacumbas de los primeros cristianos pueden encontrarse imágenes del Nacimiento. Pero a San Francisco de Asís se le considera el primer impulsor de las representaciones.

ROBERTO FABRIZI
ASSOCIAZIONE ITALIANA AMICI DEL PRESEPIO
“En 1223, San Francisco pidió permiso al Papa Honorio III para representar la imagen del nacimiento de Jesús. Aunque no se le puede considerar un Nacimiento ya que sólo estaba el Niño, el buey y el asno”.

Ante el gran número de personas que no sabían leer ni escribir en su época, San Francisco encontró esta solución para explicar el significado de la Navidad. Sin embargo, fue una representación viviente y no un nacimiento con figuras. Hubo que esperar 67 años para ver el primero.

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LA NAVIDAD EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO

Los orígenes de la Navidad

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Mensaje de Benedicto XVI para la Navidad 2008

 

Nacimiento  
La difusión de la celebración litúrgica de la Navidad fue rápida. En la segunda mitad del siglo IV se va extendiendo por todo el mundo cristiano: por el norte de Africa (año 360), por Constantinopla (año 380), por España (año 384) o por Antioquía (año 386). En el siglo V la Navidad es una fiesta casi universal.

 

TEXTO SOBRE LOS ORÍGENES DE LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD

Los cristianos de la primera generación, es decir, aquellos que escucharon directamente la predicación de los Apóstoles, conocían bien y meditaban con frecuencia la vida de Jesús. Especialmente los momentos decisivos: su pasión, muerte redentora y resurrección gloriosa.

Nacimiento
Nacimiento

También recordaban sus milagros, sus parábolas y muchos detalles de su predicación.

Era lo que habían oído contar a aquellos que habían seguido al Maestro durante su vida pública, que habían sido testigos directos de todos aquellos acontecimientos.

Acerca de su infancia sólo conocían algunos detalles que tal vez narrara el propio Jesús o su Madre, aunque la mayor parte de ellos María los conservaba en su corazón.

Cuando se escriben los evangelios sólo se deja constancia en ellos de lo más significativo acerca del nacimiento de Jesús. Desde perspectivas diferentes, Mateo y Lucas recuerdan los mismos hechos esenciales: que Jesús nació en Belén de Judá, de la Virgen María, desposada con  José, pero sin que Ella hubiese conocido varón. Además, hacia el final de los relatos sobre la infancia de Jesús, ambos señalan que después fueron a vivir a Nazaret.

Mateo subraya que Jesús es el Mesías descendiente de David, el Salvador en el que se han cumplido las promesas de Dios al antiguo pueblo de Israel. Por eso, como la pertenencia de Jesús al linaje de David viene dada por ser hijo legal de José, Mateo narra los hechos fijándose especialmente en el cometido del Santo Patriarca.

San José con el Niño Jesús
San José con el Niño Jesús

Por su parte,  Lucas, centrándose en la Virgen —que representa también a la humanidad fiel a Dios—, enseña que el Niño que nace en Belén es el Salvador prometido, el Mesías y Señor, que ha venido al mundo para salvar a todos los hombres.

En el siglo II el deseo de saber más sobre el nacimiento de Jesús y su infancia hizo que algunas personas piadosas, pero sin una información histórica precisa, inventaran relatos fantásticos y llenos de imaginación. Se conocen algunos a través de los evangelios apócrifos. Uno de los relatos más desarrollados sobre el nacimiento de Jesús contenido en los apócrifos es el que se presenta en el llamado Protoevangelio de Santiago, según otros manuscritos, Natividad de María, escrito a mediados del siglo II.

En las primeras generaciones de cristianos la fiesta por excelencia era la Pascua, conmemoración de la Resurrección del Señor. Todos sabían bien en qué fechas había sido crucificado Jesús y cuándo había resucitado: en los días centrales de la celebración de la fiesta judía de la Pascua, en torno al día 15 de Nisán, es decir, el día de luna llena del primer mes de primavera.

Sin embargo, posiblemente no conocían con la misma certeza el momento de su nacimiento. No formaba parte de las costumbres de los primeros cristianos la celebración del cumpleaños, y no se había instituido una fiesta particular para conmemorar el cumpleaños de Jesús.

Hasta el siglo III no tenemos noticias sobre el día del nacimiento de Jesús. Los primeros testimonios de Padres y escritores eclesiásticos señalan diversas fechas. El primer testimonio indirecto de que la natividad de Cristo fuese el 25 de diciembre lo ofrece Sexto Julio Africano el año 221. La primera referencia directa de su celebración es la del calendario litúrgico filocaliano del año 354 (MGH, IX,I, 13-196): VIII kal. Ian. natus Christus in Betleem Iudeae (“el 25 de diciembre nació Cristo en Belén de Judea”). A partir del siglo IV los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Cristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la oriental prevalece la fecha del 6 de enero.

Gruta de la Natividad
Gruta de la Natividad. Belén

Una explicación bastante difundida es que los cristianos optaron por ese día porque, a partir del año 274, el 25 de diciembre se celebraba en Roma el dies natalis Solis invicti, el día del nacimiento del Sol invicto, la victoria de la luz sobre la noche más larga del año.

Esta explicación se apoya en que la liturgia de Navidad y los Padres de la época establecen un paralelismo entre el nacimiento de Jesucristo y expresiones bíblicas como «sol de justicia» (Ma 4,2) y «luz del mundo» (Jn 1,4ss.).

Sin embargo, no hay pruebas de que esto fuera así y parece difícil imaginarse que los cristianos de aquel entonces quisieran adaptar fiestas paganas al calendario litúrgico, especialmente cuando acababan de experimentar la persecución.

Otra explicación más plausible hace depender la fecha del nacimiento de Jesús de la fecha de su encarnación, que a su vez se relacionaba con la fecha de su muerte. En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirma que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” (B. Botte, Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33). En la tradición oriental, apoyándose en otro calendario, la pasión y la encarnación del Señor se celebraban el 6 de abril, fecha que concuerda con la celebración de la Navidad el 6 de enero.

Detalle de la Portada de la Natividad. Sagrada Familia de Barcelona
Detalle de la Portada de la Natividad. Sagrada Familia de Barcelona

La relación entre pasión y encarnación es una idea que está en consonancia con la mentalidad antigua y medieval, que admiraba la perfección del universo como un todo, donde las grandes intervenciones de Dios estaban vinculadas entre sí.

Se trata de una concepción que también encuentra sus raíces en el judaísmo, donde creación y salvación se relacionaban con el mes de Nisán.

El arte cristiano ha reflejado esta misma idea a lo largo de la historia al pintar en la Anunciación de la Virgen al niño Jesús descendiendo del cielo con una cruz.

Así pues, es posible que los cristianos vincularan la redención obrada por Cristo con su concepción, y ésta determinara la fecha del nacimiento. “Lo más decisivo fue la relación existente entre la creación y la cruz, entre la creación y la concepción de Cristo” (J. Ratzinger, El espíritu de la liturgia, 131).

La difusión de la celebración litúrgica de la Navidad fue rápida. En la segunda mitad del siglo IV se va extendiendo por todo el mundo cristiano: por el norte de Africa (año 360), por Constantinopla (año 380), por España (año 384) o por Antioquía (año 386). En el siglo V la Navidad es una fiesta casi universal.

FRANCISCO VARO

Profesor de Sagrada Escritura en la

Facultad Teología de la

Universidad de Navarra.

Lugares de Tierra Santa. Belén

BELÉN, LA CIUDAD DEL REY DAVID. LA TIERRA DE JESÚS

La ciudad de Belén está situada sobre dos colinas rocosas a unos 777 metros sobre el nivel del mar, cerca del Desierto de Judea, al sur de Jerusalén. Su nombre hebreo “Bethlehem” significa “la casa del pan”.

Vista de Belén

Belén debe su importancia de manera fundamental a dos hechos relevantes:

– el primero se relata en el Antiguo Testamento y hace referencia a que se convirtió en la cuna del rey David, elegido por Dios y ungido por el profeta Samuel;

– el segundo se debe al cumplimiento de las profecías mesiánicas que anunciaban que el Mesías debía nacer en Belén, donde nació Jesús.

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Orígenes de la celebración de la Navidad

Mensaje de Benedicto XVI para la Navidad 2008

TEXTO SOBRE LOS ORÍGENES DE LA CELEBRACIÓN DE LA NAVIDAD

Los cristianos de la primera generación, es decir, aquellos que escucharon directamente la predicación de los Apóstoles, conocían bien y meditaban con frecuencia la vida de Jesús. Especialmente los momentos decisivos: su pasión, muerte redentora y resurrección gloriosa.

Nacimiento
Nacimiento

También recordaban sus milagros, sus parábolas y muchos detalles de su predicación.

Era lo que habían oído contar a aquellos que habían seguido al Maestro durante su vida pública, que habían sido testigos directos de todos aquellos acontecimientos.

Acerca de su infancia sólo conocían algunos detalles que tal vez narrara el propio Jesús o su Madre, aunque la mayor parte de ellos María los conservaba en su corazón.

Cuando se escriben los evangelios sólo se deja constancia en ellos de lo más significativo acerca del nacimiento de Jesús. Desde perspectivas diferentes, Mateo y Lucas recuerdan los mismos hechos esenciales: que Jesús nació en Belén de Judá, de la Virgen María, desposada con  José, pero sin que Ella hubiese conocido varón. Además, hacia el final de los relatos sobre la infancia de Jesús, ambos señalan que después fueron a vivir a Nazaret.

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